
viernes, 9 septiembre 2016
“Quienes dicen que el Festival es elitista no lo conocen”
Julia Salvi, creadora, directora general y alma del Cartagena Festival Internacional de Música, hace un rápido balance de las diez ediciones del festival y sus alcances.
Dejando de lado las cifras de conciertos realizados, instrumentos reparados y demás indicadores de estas diez ediciones del Festival y de sus actividades asociadas, ¿cuál es su balance, su reflexión acerca de lo que ustedes han realizado? A través de nuestra experiencia hemos podido apreciar cómo todas las diferentes expresiones musicales, desde lo clásico hasta lo popular, han podido entender que la calidad es esencial en todo lo que se haga. Ha sido muy importante mostrarles a los jóvenes que cuando estudian arpa tradicional su futuro no está en los bares, o que el baile de la champeta no es una invitación a la prostitución o al trabajo ilícito sino una expresión cultural.
Será funda- mental que lo sigamos haciendo porque los jóvenes que están viendo esas expresiones o están cerca a ellas van a aprender cuál es el camino a seguir. Los colombianos tenemos lo más importante, que son las herramientas, porque somos música. ¿Cuál es el límite, si se permite la palabra, para darle cabida en el Festival a una expresión popular? Alguien me preguntaba si la champeta podría llegar a ser una expresión cultural dentro de este marco. Yo le dije que la salsa, en su momento, se consideró como algo vulgar y poco recomendable, al igual que el tango. Hoy, a través de la defensa de la expresión cultural y del valor que tiene su profesionalidad, el tango y la salsa se consideran dos expresiones maravillosas. A medida que ha avanzado el Festival, la presencia de músicos colombianos es mayor.
¿A qué se debe? Además de haber invitado a músicos colombianos para que toquen con la orquestas estables de cada festival y haber instituido el programa de los jóvenes talentos, también tenemos la fortuna de contar con ciudades co- mo Medellín y Bogotá, que traen sus proyectos a Cartagena y que no podrían participar si no tuvieran un nivel artístico elevado co- mo el Festival lo exige y como lo espera el público. A veces se escucha que el Festiva les elitista. ¿Cuál es su percepción a lrespecto? Quienes dicen eso o bien nunca han asistido o no han participado de todas sus actividades. No lo conocen. Porque si lo conocieran se darían cuenta de que no es así. ¿Cómo ha sido la mirada que tienen los músicos y expertos en músicaacerca del Festival? Para los músicos es un honor participar en el Cartagena Festival Internacional de Música. Ellos se sienten especialmente honrados de ser invitados. Y eso se deriva de una buena escogencia.
Ahí entra entonces la figura del director artístico, en este caso Antonio Miscenà. Sí. El maestro Miscenà ha entendido nuestra cultura y que nuestra gente ama la música. No tiene temores a darnos un programa sofisticado y de gran nivel cultural. ¿Cómo sostener un proyecto de estas dimensiones de manera ininterrumpida durante una década? Tenemos la fortuna de contar con la confianza del Estado, de la empresa privada, de los periodistas, y también la confianza local, de su gente, para darnos libertad artística. Cuando esa libertad y ese compromiso existen, se logra todo lo que se requiere para poder desempeñar un trabajo de inclusión. Ojalá trascienda a mi generación la libertad de crear un programa basado en su valor musical y no en un compromiso político.
Publicado en El Pentagrama-El Espectador
* EDUARDO ARIAS VILLA